Con IMIX y la Fundación Futuro Verde de Misiones, el denim descartado se convierte en prendas únicas, y las mujeres en situación de vulnerabilidad encuentran una red de contención, capacitación y trabajo.
Lo que para muchos es un residuo o un jeans viejo, para Érica Vega y su equipo es una posibilidad.
Con IMIX y la Fundación Futuro Verde de Misiones, el denim descartado se convierte en prendas únicas, y las mujeres en situación de vulnerabilidad encuentran una red de contención, capacitación y trabajo.
¿Cómo surgió IMIX y en qué contexto nació la Fundación Futuro Verde?
IMIX es mi marca personal, en la que vengo trabajando desde hace bastantes años. Comencé como diseñador, diseñadora-autora, y llegó un momento en el que volver a comprar materia prima para armar una nueva colección se volvió algo devastador. En ese contexto, donde ya no se podía acceder a nuevos materiales, hubo un quiebre en la pequeña empresa, y durante un tiempo no pude volver a producir ni a lanzar una colección nueva. Fue entonces, a partir de esa crisis, que surgió la idea de reciclar jeans. Empecé con los míos, después algunos amigos me dieron los suyos -esos que ya no usaban más-, y así empezó todo. Comencé a despertarme en ese sentido, en relación a cómo acumulamos muchísima ropa en el placard que no usamos. Y, en particular, el denim me pareció ideal: es un tejido súper duradero, noble, resistente, y me resultó genial la idea de volver a incorporarlo al mercado, transformando esas prendas que estaban guardadas o archivadas en los placares. Esa crisis fue entre 2018 y 2019. Desde ese momento, hace ya cinco años, empecé con esto del reciclaje del denim.
Y por el lado de la fundación, surgió hace 3 años porque el gobierno de Misiones nos ofreció un espacio en el parque industrial, que es como un complejo de varias empresas con la temática verde. Ahí nos dieron un lugar, un espacio que nos permitió crear la fundación y generar empleos verdes. Gracias a las políticas públicas del gobierno de Misiones, que también promueven este tipo de iniciativas, me pareció positivo aprovechar esa oportunidad y generar algo que potencie aún más el mensaje.
Siempre tratamos de fusionar mi marca con la fundación, porque, en realidad, no sé dónde termina una y empieza la otra. Soy yo la que comenzó con todo esto y ahora estoy dejando un legado, un mensaje positivo. Además, todo lo que aprendí de mi familia, de mi abuela y mi mamá, me sirve para transmitirlo y generar empleos verdes con la fundación. No quiero que todo quede solo en una marca; quiero que el mensaje siga.
Dentro de la fundación, comenzamos con la campaña de hacer con un jean una mochila y esto es donado a escuelas del interior de Misiones, escuelas humildes, entonces le hacemos llegar estas mochilas y hace poco, el año pasado hicimos una campaña junto a Banco Macro, donde ellos donaban un kit de útiles escolares por cada mochila que hacíamos. Hasta ahora entregamos casi 3.000 unidades de mochilas.
¿En la fundación trabajan solo mujeres?
Sí, en parte sí. La idea desde el comienzo fue generar puestos de trabajo, empleos verdes, especialmente para madres solteras o mujeres que estén en una situación más vulnerable. Yo siempre cuento que, en mi casa, gracias a que había una máquina de coser, nunca faltó un plato de comida en la mesa. Es un oficio que realmente valoriza a la mujer, que incluso si es madre soltera o tiene hijos, puede ejercerlo desde su casa. Y aprender este oficio de la costura puede ser una forma de generar ingresos para la familia.
Trabajaron con Levi’s y con Jazmín Chebar, ¿se pueden incorporar otras marcas?
Sí, claro, sí. Nosotros por el momento tenemos esos os, como el de Jazmín, que tiene un stock de 80.000 prendas de jeans que están archivadas. Ellos no tienen Outlet, por ejemplo, entonces tienen esa materia prima perfecta para reciclar. Luego, con Levi’s, ellos lanzaron una campaña que fue “Levi’s viejo, usado” y a cambio te daban un voucher de descuento para comprar otros. Entonces, ellos fueron acumulando esos jeans y nos los dieron a nosotros. También trabajamos con Natura, por ejemplo, que lanzó toda una línea eco.
¿Cuáles son los pasos para reciclar un denim?
Nosotros sobre todo trabajamos con pantalones vaqueros, eso implica lavarlos primero. Siempre trato de contar que los lavo en lavarropas domésticos, porque tienen un consumo de agua más eficiente y también son más sostenibles en términos de energía. Después de eso, los jeans se desarman y se secan al sol. Hay como toda una idea detrás de una gestión más sostenible. Entonces, se desarman por completo y ahí empieza el proceso de corte, tratando de optimizar al máximo el material. Porque no es lo mismo que cortar una tela desde cero, hay que adaptarse a la forma original del jean: algunos son más angostos, otros más anchos, algunos más gruesos, entonces hay que ir acomodándose. Y algo que también me interesa mucho es contar la historia de ese jean, o la que tuvo. Como es una prenda muy usada, el desgaste del tinte se nota un montón cuando lo desarmás. Eso también tiene su belleza.
Todo ese proceso en realidad es más que reciclaje: es upcycling. Porque no solo se reutiliza el tejido, sino que se le da un valor agregado a través del diseño.
¿En qué se beneficia el planeta con este reciclaje?
El jean es una de las prendas que más agua consume en su producción. Para fabricar un solo pantalón vaquero se usan casi 10.000 litros de agua. Entonces, al reutilizar ese tejido, de alguna forma estamos reutilizando o ahorrando esa agua. O ambas cosas, porque el único momento donde se vuelve a usar agua es en ese lavado ecológico inicial. Y todo el resto del proceso, desde la planta del algodón, que es una de las fibras que más agua consume, hasta la fabricación del tejido, la confección del pantalón y el "stone wash", que es un lavado con piedras, todo eso suma a esos 10.000 litros. Entonces, al hacer este tipo de trabajo, estamos contribuyendo a cuidar un recurso tan vital como el agua.
IMIX participó por primera vez del Fashion Week de Madrid, ¿qué prendas desfilaron?
El sacón, los monos, unos vestidos hechos con todos los botones que van quedando de los jeans que reciclamos.
Uno de los vestidos que mostramos en la pasarela era completamente hecho de botones de jeans, como una forma de reutilizar también esos elementos que normalmente descartamos. Los cierres se pueden reutilizar, pero los botones y las tachuelas son más difíciles de aprovechar.