En este sentido, los bomberos zapadores de Rosario desempeñan un papel crucial en la respuesta a desastres naturales, tales como incendios forestales, inundaciones y accidentes relacionados con el clima. Sin embargo, su rol no solo se limita a la intervención ante catástrofes, sino que también aboga por la prevención y la educación en seguridad.
Lecciones de la tragedia de Bahía Blanca
Uno de los incidentes recientes que hizo eco en todo el país fue la catástrofe climática extrema ocurrida en Bahía Blanca, donde se vieron desbordadas las capacidades de evacuación de la ciudad. Sergio Pelletti, jefe de los Bomberos Zapadores de Rosario, reflexionó sobre las lecciones que se pueden extraer de este trágico evento, en el que muchas personas fallecieron por no seguir las indicaciones de las autoridades.
En ese contexto, Pelletti señaló la importancia de la acción rápida y el sentido común en situaciones de emergencia: "Cuando se activa la alarma de evacuar, nosotros debemos evacuar. No tenemos porqué quedarnos arriba del auto. Lo material ya está, se fue; mi vida no". Para el jefe de bomberos, uno de los mayores errores cometidos por los ciudadanos fue quedarse atrapados en sus vehículos durante la evacuación.
Este tipo de tragedias pone de manifiesto la necesidad de que la población actúe con rapidez y conciencia ante una alarma, algo que también resulta relevante en la tarea diaria de los Bomberos Zapadores de Rosario, quienes deben estar preparados para manejar situaciones complejas y a menudo impredecibles.
El accionar de los Bomberos Zapadores ante Emergencias Ambientales
En Rosario, los bomberos zapadores se enfrentan constantemente a emergencias provocadas por el cambio climático, como incendios forestales, inundaciones y accidentes viales. A diferencia de lo que se podría suponer, su trabajo no se limita únicamente a la extinción de incendios, sino que también abarca el rescate de personas atrapadas, la gestión de riesgos y la prevención de desastres naturales.
Pelletti remarcó la importancia de la prevención activa, un concepto que implica estar siempre alerta y preparado para actuar antes de que ocurra una emergencia. “Nosotros siempre decimos y hacemos la prevención activa y no reactiva. Porque la prevención activa, ¿qué quiere decir? Antes de que pasen los hechos”, indicó. Ello implica realizar tareas de monitoreo, identificar riesgos y tomar medidas para evitar o reducir el impacto de futuros desastres, ya sea mediante la limpieza de terrenos, la prevención de incendios en zonas de riesgo o la colaboración con otras instituciones para mejorar la infraestructura de la ciudad.
Uno de los desafíos más visibles en los últimos años ha sido el manejo de incendios forestales, cuya frecuencia ha aumentado debido a la combinación de temperaturas extremas y sequías prolongadas. “La prevención está en la actitud de todos. Desde el vecino que limpia el terreno hasta el municipio que establece políticas para frenar el avance de los incendios”, explicó Pelletti. En este sentido, los bomberos no solo realizan tareas de combate de fuego, sino también de concientización en la población sobre la necesidad de tomar medidas para evitar la propagación de incendios.
La coordinación entre fuerzas en emergencias
El trabajo de los bomberos zapadores no ocurre en un vacío. A menudo, deben coordinarse con otros organismos como la policía, la prefectura y equipos de emergencias médicas para manejar situaciones de mayor envergadura. Esta colaboración interinstitucional es clave cuando se trata de enfrentar eventos complejos, como las inundaciones.
En Rosario, la cooperación entre las fuerzas de seguridad es esencial, sobre todo cuando se trata de proteger a los ciudadanos en situaciones críticas. Pelletti destacó que "nosotros hacemos patrullajes en el río en conjunto con Prefectura y los Pumas, que pertenecen a la Policía de la Provincia", dando cuenta de la importancia de la sincronización entre diferentes equipos en terreno.
Además, el jefe de bomberos mencionó que, en situaciones de inundación, la logística es fundamental para poder actuar en tiempo y forma. “La emergencia es una gran familia, podríamos decir. Bombero, protección civil, bombero voluntario, CIES, tránsito, policía... todo lo que concierne a la emergencia”, explicó.
Inundaciones: un desafío permanente
En la ciudad de Rosario, las inundaciones son otro desafío constante debido a la alta frecuencia de lluvias. Este fenómeno ha causado una creciente preocupación sobre la infraestructura urbana y su capacidad para hacer frente a eventos climáticos extremos.
Para evitar estos desastres, Pelletti hizo hincapié en que, además del trabajo de los bomberos, la infraestructura de la ciudad es importante en la prevención de inundaciones. “La infraestructura juega un papel determinante. Es fundamental que los desagües funcionen adecuadamente y que se mantenga la limpieza de los espacios públicos. Si la gente sigue arrojando basura a las calles, no podemos hacer mucho para evitar los desbordes de los arroyos”, reflexionó.
Su trabajo también está vinculado a la preparación continua. Ante la imprevisibilidad de los sucesos, la capacitación es una de las herramientas fundamentales para garantizar una respuesta efectiva. “Las emergencias son impredecibles, pero si estamos bien entrenados, podemos actuar con rapidez y precisión para salvar vidas”.
El entrenamiento incluye tanto simulacros como la adquisición de conocimientos sobre nuevas tecnologías y técnicas de intervención que les permitan adaptarse a los nuevos tipos de desastres que podrían surgir debido al cambio climático.
A lo largo de 2024, los Bomberos Zapadores de Rosario realizaron una extensa cantidad de intervenciones en diversas emergencias. Según detalló el jefe del cuerpo: "El año pasado tuvimos 3.800 salidas, que incluyen incendios totales, accidentes de tránsito, incendios menores como volquetes y pastizales, y cualquier otro incidente que requiera nuestra intervención".
El desafío de enfrentar las catástrofes ambientales es una realidad en Rosario, y el rol de los bomberos zapadores es clave para mitigar los efectos de estos fenómenos. Aunque su trabajo implica responder rápidamente a las emergencias, también se enfocan en la prevención y la concientización, aspectos fundamentales para evitar tragedias mayores.
A medida que los fenómenos climáticos extremos se vuelven más frecuentes y severos, la comunidad, las autoridades y los bomberos tendrán que seguir colaborando estrechamente para garantizar que la ciudad esté lo mejor preparada posible para enfrentar lo inesperado.